La Ley de integración del Hospital de Calahorra logra un hito histórico al atraer a médicos especialistas hasta hacer posible la cobertura de los servicios hospitalarios en la Rioja Baja
El Comité de Empresa del Hospital de Calahorra llevaba años advirtiéndolo: “El Hospital de Calahorra no podrá captar los profesionales que necesita mientras no exista una Ley que prevea su integración y estatutarización en el Servicio Riojano de Salud”.
Se trata de un auténtico hito histórico que demuestra que la estatutarización era la solución a la situación del Hospital de La Rioja Baja y que hacer lo correcto produce siempre resultados tangibles y socialmente valiosos.
Las solicitudes presentadas casi duplican el número de plazas convocadas: abarcan 16 de las 17 especialidades médicas convocadas (todas excepto Urología) y en quince de ellas se han presentado al menos tantas solicitudes como plazas ofertadas (sólo en Medicina Interna el número de solicitudes, una, ha sido inferior al de plazas convocadas, dos). Es más, en la mayoría de los casos, las solicitudes superan, en cada especialidad el número de plazas ofertadas.
Como era perfectamente previsible, pese a los agoreros que interesadamente deseaban lo contrario, la perspectiva de integración y estatutarización ha sido determinante para la atracción de recursos humanos especializados. Sólo quienes alberguen planes de disminución de la cartera de servicios del Hospital con el objetivo final de su debilitamiento presupuestario o cierre, pueden oponerse a la integración con estatutarización y a su desarrollo.
● En La Rioja se ha mantenido durante dos décadas un “modelo” propio muy sui generis en la gestión de la sanidad pública riojana, un “hecho diferencial” absurdo e injustificado: la segregación de los trabajadores del Hospital de Calahorra y, lo que es lo mismo como consecuencia directa de ello, la de los pacientes de la sanidad pública de la Rioja Baja.
Acarreamos desde hace muchos años, demasiados, un marco legal diferencial en el Hospital de Calahorra que nos hace “especiales” para lo que interesa o conviene a la Administración, no para lo que beneficia y favorece a profesionales y pacientes.
El Hospital de Calahorra lleva más de veinte años segregado del Servicio Riojano de Salud (SERIS), algo imposible de justificar en una comunidad autónoma uniprovincial con dos únicos hospitales. Han pasado los años y al mismo ritmo que las promesas incumplidas se ha ido generando una notable acumulación de deficiencias. Entre ellas, en particular, todo lo que respecta al reclutamiento y estabilidad de la plantilla: profesionales seleccionados mediante procesos públicos y transparentes, cumpliendo todos los principios constitucionales de igualdad, mérito y capacidad, y desempeñando el mismo servicio dentro de la sanidad pública, con la misma cualificación, no han podido acceder a la homogenización de sus condiciones laborales al no formar parte del SERIS.
● Cabe preguntarse por qué se ha mantenido a esta situación. A nuestro juicio la respuesta es doble: Por una parte, la Administración se ha sentido cómoda manteniendo profesionales sanitarios trabajando en Calahorra en peores condiciones, a menor coste, mientras ha podido; por otra, mantener al Hospital de Calahorra segregado dejaba siempre la puerta abierta al futuro recorte, al vaciamiento del hospital y la disminución de su cartera de servicios desviando los fondos a otros fines. Pero, por una parte, se ha estirado tanto la cuerda que ya ha se ha roto, la gente se ha cansado y el Hospital hace años que ha dejado de ser atractivo para los profesionales, especialmente médicos (pero no sólo ellos) que han huido porque buscan un trato laboral homogéneo y estar dentro del sistema estatutario de salud, lo cual les ofrecen absolutamente todas las demás comunidades autónomas. Por otra parte, toda la ciudadanía ha tomado conciencia desde hace años que los servicios públicos se mantienen si se financian adecuadamente y se gestionan con profesionalidad.
● No han faltado quienes, interesadamente, han diluido el problema que se padece en el Hospital de Calahorra dentro de una situación general: se decía que el problema no era la gestión como fundación y decían también que los graves problemas de personal, las listas de espera y la infrafinanciación, es decir nuestros problemas, son un rasgo común que nos asemeja con otros hospitales comarcales (pequeños). Añadían, finalmente, que la dificultad de captación de profesionales, especialmente médicos, se debe a la escasez general de los mismos. Tales afirmaciones son ciertas sólo en parte y se han presentado a menudo de forma sesgada, acrítica y descontextualizada: nosotros siempre hemos sabido que los facultativos especialistas no optarían por trabajar en el Hospital de Calahorra mientras este fuese fundación de derecho privado sin estatutarización, pero esto no es algo opinable sino una evidencia probada precisamente a través de la sangría de profesionales que hemos sufrido hasta la fecha.
● La escasez sobrevenida de médicos en Fundación Hospital Calahorra ha sido a la vez motivada por la combinación de políticas de “austeridad” (disfrazando lo que eran recortes y privatizaciones) y ofertas cicateras de empleo médico (nunca, hasta ahora, en el Hospital de Calahorra se ha realizado una oferta de las plazas vacantes existentes, insistimos: de las existentes, las que se declaraban necesarias y se debían dotar presupuestariamente pero que luego no se cubrían porque o no se intentaba su cobertura o esa cobertura era imposible pues nadie concurría a las ofertas en la fundación calagurritana) y por falta de atractivo del hospital por su modelo de gestión fundacional. La mala planificación de los recursos humanos y la falta de atractivo profesional, nos ha impedido dotarnos, hasta ahora, del personal facultativo necesario, de lo cual se deriva la imposibilidad de cumplir con la cartera de servicios, las listas de espera excesivas en algunas especialidades y la dificultad para lograr en todo momento la calidad asistencial que necesitan y merecen los pacientes de la Rioja Baja.
● Era necesario cambiar, urgentemente, cambiar lo que no funciona o no lo hace como debería, sobre todo reconocer las deficiencias que la FHC como fundación presentaba para planificar los recursos asistenciales, los servicios, la plantilla. El cambio ha llegado tarde, aunque parece que ha llegado.
Una buena organización, requiere dotar al Hospital de Calahorra de recursos técnicos suficientes, financiación adecuada, recursos humanos suficientes, lejos de la miope instrumentación partidista, hacer real eso tan manido de que el paciente sea el centro del sistema, creérselo con vocación de servicio real, entender que la falta de facultativos, de enfermeras, de técnicos, de auxiliares, de dotación presupuestaria suficiente, etc. y las listas de espera van de la mano, que son un mal endémico pero no natural ni inevitable, sino resultado de una gestión determinada y afrontable. La integración del Hospital de Calahorra, que es la estatutarización de su plantilla y no otra cosa, debe ser algo real que debe plasmarse y desarrollarse de forma tangible, no un mero brindis al sol con fines electorales o mediáticos.
En esta línea, ha supuesto un enorme avance positivo la publicación en el Boletín Oficial de La Rioja (BOR) del pasado 11 de mayo de la Resolución de 25 de abril de 2022, de la Dirección-Gerencia del Hospital de Calahorra, por la que se convocaban pruebas selectivas para el acceso a la condición de personal laboral fijo en plazas del Grupo Profesional 1, Médicos, en diferentes especialidades, para su provisión por el turno libre.
Se trata del primer proceso selectivo desde la entrada en vigor de la Ley 1/2022, de 23 de febrero, de transformación de la organización sanitaria ‘Fundación Hospital Calahorra’ en Fundación Pública Sanitaria, regulación de su régimen jurídico e integración en el Servicio Riojano de Salud como entidad dependiente. Es también la mayor convocatoria de plazas de médicos especialistas realizada desde la puesta en marcha del hospital en el año 2000. La Consejería de Salud del Gobierno de la Rioja realiza un esfuerzo real para incrementar efectivos en el Hospital de Calahorra en plena resaca por el cierre temporal del paritorio las pasadas Navidades.
Se ha ofertado la cobertura fija de 23 plazas vacantes de médicos especialistas, en 17 especialidades diferentes, tanto quirúrgicas como médicas. Y han resultado ser 42 los facultativos especialistas que han presentado su solicitud y han sido admitidos en la convocatoria, lo que refleja que aún en situación de escasez de facultativos, los profesionales se han visto atraídos por la normalización de la situación de gestión del hospital una vez publicada en febrero la Ley de integración del Hospital de Calahorra en el SERIS que posibilita la estatutarización de su personal laboral:
ESPECIALIDAD | Nº DE PLAZAS CONVOCADAS | SOLICITUDES |
ALERGOLOGÍA | 1 | 3 |
APARATO DIGESTIVO | 1 | 2 |
CIRUGIA GENERAL | 1 | 2 |
CARDIOLOGÍA | 1 | 2 |
DERMATOLOGÍA | 1 | 1 |
ENDOCRINOLOGÍA | 1 | 8 |
HEMATOLOGÍA Y HEMOTERAPIA | 1 | 5 |
HOSPITALIZACIÓN A DOMICILIO | 1 | 1 |
MEDICINA INTERNA | 2 | 1 |
NEUMOLOGÍA | 2 | 4 |
OBSTETRICÍA Y GINECOLOGÍA | 2 | 4 |
OFTALMOLOGÍA | 3 | 3 |
OTORRINOLARINGOLOGÍA | 1 | 1 |
PEDIATRÍA | 1 | 2 |
RADIODIAGNÓSTICO | 1 | 1 |
REHABILITACIÓN | 1 | 2 |
UROLOGÍA | 2 | 0 |
TOTAL | 23 | 42 |
Recordemos que antes de la ley de integración, estas vacantes -ofertadas tarde, mal y a cuentagotas- quedaban desiertas de forma sistemática pues no había facultativos que quisieran trabajar en una fundación de derecho privado cuto tiempo trabajado no era valorado ni siquiera por el propio SERIS. Siempre habíamos advertido que el verdadero problema era la forma de gestión y que la integración supondría evitar perdida de profesionales sanitarios, especialmente médicos, en Calahorra y superar la dificultad insuperable en la contratación de nuevos profesionales que por diferencias en las condiciones laborales, peores al ser Fundación, no optarían por trabajar en FHC.
Las solicitudes presentadas abarcan 16 de las 17 especialidades convocadas (todas excepto Urología) y en quince de ellas todos los casos se han presentado al menos tantas solicitudes como plazas ofertadas (sólo en Medicina Interna el número de solicitudes, una, ha sido inferior al de plazas convocadas, dos). Es más en la mayoría de los casos, las solicitudes superan, en cada especialidad el número de plazas ofertadas.
Se trata de un auténtico hito histórico que demuestra que la Ley de integración con estatutarización era la solución a la situación del Hospital de La Rioja Baja y que hacer lo correcto produce siempre resultados tangibles y socialmente valiosos.
● Esta convocatoria puede conseguir dimensionar la plantilla médica del Hospital de Calahorra aproximando el número de profesionales a las necesidades reales y además hacerlo de forma que las sustituciones por permisos, licencias, vacaciones o bajas se puedan auto suplir por la propia plantilla sin perder por ello la calidad asistencial y no tener que cerrar servicios.
La convocatoria ha sido realizada, tras autorización del Patronato del Hospital y con acuerdo con la Representación Legal de los Trabajadores del centro, como es legalmente obligado, de conformidad con el Convenio Colectivo vigente como no puede ser de otra forma, acortando al máximo los plazos de convocatoria y tramitación procedimental dada la urgencia e imperiosa necesidad de facultativos en el Hospital de Calahorra. Sólo una convocatoria desde el propio hospital podía, en las actuales circunstancias, captar profesionales con la agilidad necesaria. Lo que no se podía hacer era seguir como estábamos, sin facultativos, sin servicio a los pacientes, esperando una convocatoria desde el SERIS que, por la propia inercia del SERIS, puede demorarse más de un año, cuando tampoco el SERIS dispone de médicos especialistas que poder destinar al Hospital de Calahorra. En este caso esperar y «no hacer» no era admisible. Los pacientes merecen un trato y una calidad asistencial que, en estos momentos, por falta de médicos, no se está proporcionando.
● Toca felicitarse por la evolución de este esfuerzo, que es común y redunda en beneficio de toda la población y de la Rioja Baja. Pero no hay que olvidar que solo se trata de un primer paso; que hay muchas otras plazas vacantes en otras categorías profesionales, y que la Ley de integración estableció plazos para ejercer la opción por la estatutarización en un proceso que debe estar completamente concluido en febrero de 2023 y sobre el cual aún no tenemos noticia concreta alguna a fecha de hoy.
Terminamos recordando que, a lo largo de nuestra vida, todos hemos sido, somos o seremos pacientes. Que los profesionales sanitarios, los gestores y, también los políticos, tarde o temprano necesitaremos que el Sistema de Salud nos atienda y que, tanto por conveniencia propia como por conciencia cívica como parte de una misma sociedad, a todos nos debe interesar que un servicio público tan esencial funcione y funcione bien.